Ayla decide abandonar su hogar junto con Jondalar, con el que ha descubierto el amor y nuevas sensaciones para ambos, para conocer a más personas de los otros. Abandonan el Valle de los Caballos, y se encuentran con la tribu de los mamutoi (cazadores de mamuts) en el Campamento del León.
En esta segunda parte, la autora narra la vida de Ayla después de verse obligada a abandonar el clan, porque la declararon muerta. Ayla inicia un camino en busca de «los otros».
Ayla es una pequeña de cinco años, que de repente ve temblar la tierra sobre sus pies y observa como todos sus conocidos desaparecen entre las grietas de la tierra.